miércoles, 16 de noviembre de 2011

Priscilla Hernández - The Underliving (2011)

Como una de las primeras personas que ha tenido la ocasión de escuchar este nuevo CD de Priscilla Hernández, me gustaría tener la ocasión de compartir mis impresiones sobre este disco.


Antes de empezar quisiera hacer una advertencia: mi opinión no puede ser del todo objetiva. Tengo la suerte de conocer a la autora personalmente desde hace tres años, o sea, prácticamente coincidiendo con la época en la que la parte principal del disco se compuso. Vaya, que se puede decir que he visto cómo ha ido tomando forma, casi desde el principio. Después de más de veinticinco años de escuchar mucha música, de tener una colección de discos que cualquier persona sensata calificaría de absurda, y de haber escrito más de una reseña de discos y conciertos por ahí, nunca me había visto en la situación de tener que comentar una obra que siento casi como si fuera mía, todo lo mío que puede ser algo en lo que no he intervenido directamente; no, yo no salgo en el disco (salvo en los
créditos, como donante), ni he tomado parte para nada en la composición, interpretación, grabación ni diseño. Pero he estado allí y Pris es una amiga.

Lo que no quita que a uno no le gustaría ponerse en evidencia ante el mundo emitiendo un juicio inmerecidamente favorable simplemente por una cuestión de amistad. Es algo que también tengo presente.


Dejando todo esto claro, ahora puedo decir: The Underliving es un gran disco, una obra que supera claramente a su antecesor Ancient Shadows (que ya había dejado el listón muy alto). Y lo supera porque aquí las ideas musicales se
desarrollan mucho más, la música "respira" más, fluye mejor. Ancient Shadows es un disco más de impactos, una colección de temas más breves, un disco más condicionado por un formato de canción más estándar. The Underliving no, aquí las ideas se desarrollan cuando es necesario. Te llevas sorpresas.

Lo supera también por el mayor despliegue instrumental. En un mundo en que la solución que adoptan la mayoría de los creadores es optar por instrumentos virtuales, por sencillez y economía, Priscilla toma el camino opuesto y llena su estudio de dulcimeres, kanteles, youhikkos, arpas, flautas... de verdad. Lo que tiene enorme mérito en una artista independiente con limitados medios materiales.


Y luego está su propio desarrollo. Ancient Shadows fue en cierto sentido la obra de una niña, desarrollada muy en base a su talento innato. Esa niña era (y es) una esponja que absorbe sin parar montones de influencias y las recicla
adaptándolas a su propio lenguaje. The Underliving es la obra de una mujer que ha leído, que ha escuchado, que ha vivido, y eso se nota. Esto hace que sea, en un primer momento, una obra mucho más compleja; no es difícil de escuchar, pero sí es un disco para ir asimilando, descubriendo, a lo largo de sucesivas escuchas. Como colección de canciones, Ancient Shadows era más directo; pero no tiene el recorrido de The Underliving.


No voy a entretenerme en el apartado de la presentación del disco: baste decir que estamos ante uno de los CD mejor presentados de todos los tiempos (ediciones limitadas aparte, hoy por hoy sólo hay una edición física de The Underliving y es a los CD lo que el Pentateuch of the Cosmogony de David Greenslade y Patrick Woodruffe fue al vinilo; salvando las distancias, una animalada). Vale realmente la pena prescindir de la descarga digital y pagar un poco más por tener esta joya, no sólo para los oídos, también para la vista.

El grueso del material de The Underliving, el núcleo del concepto, fue compuesto hacia 2007-2008. Hay un par de temas bastante anteriores, que no obstante encajan perfectamente en el conjunto, y también hay una serie de temas mucho más recientes, que de alguna manera redondean la estructura del disco y le dan cierto carácter conceptual no sólo en el fondo sino también en la forma.

Porque puede haber sido un disco con un proceso de gestación muy largo, pero el resultado lo disimula y sería difícil darse cuenta de ésto sin leer el exhaustivo libreto. Y sin más preámbulo paso a desgranar tema a tema este
disco:


"In the mist" es la perfecta introducción al mundo de The Underliving. Al cabo de un minuto ya te sientes transportado allí y embarcado en lo que parece un tenebroso viaje. Una de las últimas piezas compuestas, es a la vez una especie
de mini obertura en la que se van esbozando algunas de las ideas del disco.

"The Underliving" es la pieza que da título al disco y la que plantea el concepto central. Una de las piezas más rítmicas de su autora, introducida por un ritmo de tambores marciales en la que las cuerdas y la guitarra forman uno de
los arreglos más elaborados del disco. A su vez la voz nos evoca en algunos momentos una sensualidad inaudita en Ancient Shadows.


"Feel the Thrill" empieza con un sonido más próximo a su primer disco pero enseguida el arpa y la voz nos recuerdan que aquí ha habido una larga evolución... It's a long, long way... realmente.


"Through the Long Way" es otra de las piezas centrales del disco. Aquí destaca la textura casi minimalista del piano, en una notable interpretación de Héctor Corcín. El encaje del piano en la estructura rítmica general está muy conseguido
y me trae ecos del primer Oldfield.


Depués de esta pieza, la mucho más atmosférica "Don't be sad"... aquí mandan las cuerdas y la voz suena más etérea que nunca. Las campanas contribuyen a incrementar la sensación fantasmal del tema.


"In my mind's eye" es el tema que se acercaría más al sonido de Loreena McKennitt, con esos desarrollos de aire céltico y una de las piezas más maduras del disco.


Llegamos a "Off the lane", el single. Como single conserva el peculiar ambiente algo lúgubre de todo el disco y en este sentido es un tema menos comercial que mucho del material de Ancient Shadows. Tiene que ser así para no traicionar el concepto general del disco. Por tanto, es el single, pero en mi opinión no es una elección obvia como single.


"Storm" es de lejos el tema más antiguo del disco y quizá de los primeros que Priscilla compuso. Nos traslada a una noche de tormenta en su habitación en La Palma, los rayos, el viento, la lluvia, los truenos... Impresiona pensar que
compuso esto cuando aún era prácticamente una niña; quizá haya que ser un niño para vivir una tempestad de esta manera. Y sorprende lo bien que encaja entre un material tan posterior; "The Aftermath" es casi una coda a "Storm" y ha sido compuesto 16 años después. Es la calma después de la tempestad.


"The wind song"... la evocación del tétrico sonido del viento, en una pieza dominada de nuevo por las cuerdas y por terroríficos efectos. Unos fraseos finales de guitarra se suman a este siniestro conjunto, añadiendo una inusual
(en este estilo) distorsión y con un abrupto final.

En "Ode to the silence" volvemos a un terreno totalmente new age, con uno de los arreglos de influencia más clásica de todo el disco.


"Northern Lights" hubiera sido un single mucho más obvio que "Off the lane", pero si musicalmente es un tema más pegadizo es menos representativo del conjunto. De hecho es algo anterior al núcleo de temas del disco y creo recordar
que ya era un tema que se había interpretado en directo en la época de Ancient Shadows.


Más antiguo es aún "Morning Light" y en este contexto funciona como contrapunto a "Northern lights"; es la potente luz del alba abriéndose paso en un crescendo
de voz y piano. No sólo eso, es un tema que evoca una iluminación que no sólo es exterior, al contrario, el verdadero cambio es interior...


"At the Dream's Door" es personalmente mi tema favorito de todo el disco, con unos coros que nos evocan, entre ecos y efectos, la angustia del sueño por no ser olvidado. Esto explicado así suena muy extraño pero en todo The Underliving flota esa ambigüedad entre el sueño "onírico", el sueño "aspiracional" y la propia esencia de quien sueña, la misma vida como sueño "esencial". Así que esa angustia puede llegar a interpretarse como algo más existencial que anecdótico.

El concepto (que no el disco) propiamente acaba con "One last hope" que es un colofón "relativamente" optimista con unas inflexiones vocales y un sonido algo orientalizante que me recuerda a ratos a Kate Bush.


The Underliving propiamente dicho acaba aquí. Pero hay más...


"Totonika Nova" es una pequeña, pero hermosa evocación de su hamster recientemente fallecida.


"Goodnight Kira" recuerda a la perra que la acompañó durante su adolescencia, un ser que marcó su vida profundamente y que aquí es recordada en uno de sus
mejores temas. Una catarsis con un arpa...


Más... un "Hidden Track"en el que los efectos the "The Wind Song" se desarrollan mucho más. Es el tipo de sonidos que hacen pensar en la existencia de algún mensaje secreto, de la autora o de alguna otra dimensión. A Iker Jiménez le
gustaría... Viene a ser como una postdata, una evocación final del mundo de The Underliving, con unos graves acordes finales que parecen sugerir la idea de una
continuación futura; y es que The Underliving es en realidad la segunda parte de una trilogía que se inició con Ancient Shadows, si bien conceptualmente tiene una estructura argumental más definida, ya que Ancient Shadows era un disco más centrado en la idea de dualidad fantasma/hada; o fantasía/naturaleza.

The Underliving, como podéis deducir de todo esto, es conceptualmente algo mucho más complejo... y musicalmente un enorme paso adelante.


Si queréis escuchar fragmentos, o conseguir el CD, podéis hacerlo a través de su web yidneth.com


JJ

http://vimeo.com/yidneth/theunderliving

1 comentario:

  1. Para vuestra información, el CD está ahora también a la venta en Discos Revolver de calle Tallers (el de la esquina).
    JJ

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